miércoles, marzo 21


sábado, marzo 10

ANNETTE Y UN SEÑOR DE MURCIA



Hace unos ocho años (qué barbaridad, ¡cómo pasa el tiempo!), cuando empecé a chatear en las ya desaparecidas salas de MSN, hubo una mañana en la que dejé mi nick en el chat mientras seguramente fui a poner una lavadora o a pasar la aspiradora o a corregir una traducción urgente (eso no lo recuerdo con exactitud) y al volver frente al ordenador, alguien me había abierto un privado. Por esa época yo usaba el nick de Annette, y aunque su rima es más o menos dudosa, tenía un exitazo tremendo. Pues ese día, un nick que tampoco sabría decir ahora cuál era (como dice mi hija, tengo una memoria de pez), me había escrito una frase:

"y que fue del Sr. de Murcia?"

A mí me extrañaba que nadie hasta entonces hubiese bromeado con esa analogía entre mi nick y la obra de Miguel Mihura, y lo curioso es que después tampoco nadie volvió a mencionarlo.

Contesté algo a ese mensaje privado pero no obtuve respuesta porque la persona en cuestión ya había salido de la sala. Pasó el tiempo y fui conociendo a la gente de ese chat, sorteando a infinidad de plastas y de vez en cuando, encontrando a alguien realmente afín. Uno de estos últimos fue quien acabó proponiéndome escribir un libro sobre ese fascinante mundo virtual de relaciones. Si he de ser sincera, pensé que la propuesta era una excusa para ligar, más sofisticada pero con las mismas intenciones de siempre. Es sabido que los gallegos somos desconfiados por naturaleza, así que no me creí nada de nada hasta que pasado muuuuuuucho tiempo después me dijo que fuese a Madrid a firmar el contrato editorial. Eso sí me hizo "sospechar" que "quizás" era una propuesta real. Y lo fue. Luego, hablando un día con Andrés, resultó que el nick misterioso que me preguntó por el "Sr. de Murcia" había sido él.


Y por esas asociaciones de ideas que uno hace más o menos freudianas, miro ahora a través de la ventanilla del tren cómo los naranjos han sembrado de miles de puntos de color los campos murcianos, aún con esa sensación tan agradable en la piel de haber sido mimada por el cariño de Lola Gracia, Antonio F. Marín y muchos otros, y una sonrisa nace en mis labios recordando a aquella Annette y al "Señor de Murcia" que me dio la oportunidad de comprobar que a veces los sueños sí pueden hacerse realidad.



Imagen: Elsa Pataky en Ninette (y un Sr. de Murcia)