Desde el fin de la tierra, guardo espejos, guadañas en flor. Soy yo frente a mí misma, una vez más recontándome. Después de todo dicen que lo importante es el viaje, andarnos. Hoy soy mi propia ruta, mis fuentes arropándome y soy el no-vuelo de la gaviota que grita cuando amanece con alma de gato en la garganta. Volaré. Volaremos. Porque nunca nada acaba.
domingo, mayo 4
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2 comentarios:
Eres poeta...no puedo decir más...lo añadido sería adorno....azpeitia
I el vol serà, mantingut, pausat... no giris el cap en la distància.
Petons.
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